Mercedes Sosa & Charly Garcia
García se refería al disco que incluirá sus canciones interpretadas por Mer… Read Full Bio ↴García se refería al disco que incluirá sus canciones interpretadas por Mercedes Sosa y que grabaron en estos días en un estudio neoyorquino. Ese fue el último contacto desde que el 31 de diciembre pasado ambos formalizaron en Paraguay esta sociedad creativa y decidieron que Charly García sería el productor del álbum.
A mediados de este año, García se hizo tiempo para mezclar los temas que ambos habían elegido y enviárselos a Mercedes, "para que se fuera compenetrando en el asunto", según sus propias palabras. Como ella, por su parte, se aprestaba a presentar su último álbum ""Escondido en mi país"" con una gira por los Estados Unidos en octubre, no hubo ocasión más propicia. Fue entonces que la semana pasada, en Manhattan, el proyecto terminó de transformarse en realidad. Y aunque el martes a la madrugada Mercedes Sosa dijo "misión cumplida", todavía falta la posproducción.
El sábado, en un alto de la grabación y después de una improvisada cena con comida china, ambos artistas dialogaron con Clarín. Y aunque el habitual colaborador de Charly, Joe Blaney, había faltado a esa sesión, García aseguró que el ingeniero de grabación está a cargo del proyecto. "Blaney tiene una ventaja: cuando nosotros nos vamos el nos mezcla, sin influencias de ella o mia. Y como es un gran sonidista, aprovecha todos los armónicos... Creo que este disco va a tener la voz de ella mejor grabada que nunca", desafió.
Padres e hijos
Se podría decir, utilizando una metáfora bastante conocida, que este disco es como una criatura gestada por el compositor y la cantante. Lo curioso del caso es que sus hijos en la vida real estuvieron presentes durante el parto, en un estudio de Manhattan, cabalísticamente ubicado en un noveno piso del 900 de la calle Broadway. Miguel, un joven delgado, de pelo largo y parecido notable con Charly, se limitó mayormente a hacerle compañía a su padre, apoyándolo desde el silencio. "Vení hijo a escuchar como cantamos", lo invitaba Charly. "¿Viste como estoy cumpliendo con tu papá?", le decía Mercedes.
Mientras tanto su propio hijo, Fabián Matus, que es también su manager, elegía enfrascarse en su computadora portátil aunque estaba siempre atento a los requerimientos de su madre. Mientras ellos grababan, corrió por su cuenta el augurar el destino del disco: "Seguro que va a haber gente en desacuerdo de los dos lados y después de un tiempo, como pasa con los discos de Charly, se va a imponer. Y como pasa con los discos de Mercedes, se va a convertir en disco de catálogo y va a vender toda la vida".
Como todo parto, este tuvo sus complicaciones. Aunque en el estudio las cosas funcionaron en armonía ""se grabó con una gran paz, yo no conozco otra forma de hacerlo", dijo Mercedes", todo debió hacerse con gran rapidez. Mercedes llegó tres días más tarde a Nueva York por demoras en su visado y porque el paro nacional alcanzó a su vuelo. "Pero, bueno, los obreros tienen derecho a quejarse", se resignó. Entonces, lo que debió haber sido una semana de sesiones de grabación terminó limitándose a tres días de jornada intensiva: comenzó el viernes 28, de 21 a 2; siguió el sábado 29, de 18 a 2, y terminó el martes 1º, bien pasada la medianoche. En el medio, además, Mercedes Sosa inició su gira norteamericana con la actuación en el Lincoln Center y el lunes se presentó en Washington.
Luz de velas
Si bien los dos prefirieron grabar sin testigos, metidos cada uno en su cabina, el sábado por la noche le permitieron a Clarín que estuviera presente durante la grabación del tema "Inconsciente colectivo". En realidad, se suponía que iba a ser un ensayo previo al show en el Lincoln Center. Pero a Charly le gustó cómo quedó y decidió incluirlo así en el álbum.
Para lograr un clima especial "García quiere darle al disco un efecto "hipnótico"" el músico hizo apagar las luces y encender varias velas antes de sentarse al piano. Lo acompañaba en guitarra María Gabriela Epumer, la única integrante de su banda que viajó con él a Nueva York, y en voz, por supuesto, Mercedes Sosa. Por alguna razón, la cantante decidió recitar la canción como si fuera una poesía, y el resultado fue novedoso. Por eso Charly incluyó una frase leída en la grabación.
Hablando de la poesía de su música con Mercedes, Charly recordó que él y Spinetta fueron los precursores en la materia. Y después agregó: "Escuchando lo que se hace ahora en aras del rock latino, castellano, o como corno se llame, podemos decir: ¿Hacia dónde ha degenerado una cosa que si bien no inventamos (con Spinetta) ayudamos a hacerlo... O sea, me parece que todos esos grupos que hay son una porquería. Contra eso estoy. Es toda gente sin talento. Eso lo inventé yo, diría Spinetta (Charly le imita la voz) y mirá lo que hicieron. Y encima no pagan derechos... Son unos caraduras".
García puede ser muy filoso cuando quiere, pero delante de Mercedes, en cambio, prefiere mostrar un perfil bajo. Se respetan, se admiran mutuamente. "Es un gran compositor "dice ella". Nos une la música, hay una afinidad, una amistad. Nadie sabe que me ayudó cuando yo volví a la Argentina, en el 82. Cantamos juntos Cuando ya me empiece a quedar solo y ahí comenzó mi respeto por él como compositor." "Imaginate "interrumpe García-: que yo tenga la libertad de seleccionar las canciones que a mí me parece que son las más trascendentes y arreglarlas y ponerme en la piel de ella y tener su voz ahí arriba... Creo que cualquier compositor estaría babeándose. Y así estoy yo."
Silvia Maestrutti
A mediados de este año, García se hizo tiempo para mezclar los temas que ambos habían elegido y enviárselos a Mercedes, "para que se fuera compenetrando en el asunto", según sus propias palabras. Como ella, por su parte, se aprestaba a presentar su último álbum ""Escondido en mi país"" con una gira por los Estados Unidos en octubre, no hubo ocasión más propicia. Fue entonces que la semana pasada, en Manhattan, el proyecto terminó de transformarse en realidad. Y aunque el martes a la madrugada Mercedes Sosa dijo "misión cumplida", todavía falta la posproducción.
El sábado, en un alto de la grabación y después de una improvisada cena con comida china, ambos artistas dialogaron con Clarín. Y aunque el habitual colaborador de Charly, Joe Blaney, había faltado a esa sesión, García aseguró que el ingeniero de grabación está a cargo del proyecto. "Blaney tiene una ventaja: cuando nosotros nos vamos el nos mezcla, sin influencias de ella o mia. Y como es un gran sonidista, aprovecha todos los armónicos... Creo que este disco va a tener la voz de ella mejor grabada que nunca", desafió.
Padres e hijos
Se podría decir, utilizando una metáfora bastante conocida, que este disco es como una criatura gestada por el compositor y la cantante. Lo curioso del caso es que sus hijos en la vida real estuvieron presentes durante el parto, en un estudio de Manhattan, cabalísticamente ubicado en un noveno piso del 900 de la calle Broadway. Miguel, un joven delgado, de pelo largo y parecido notable con Charly, se limitó mayormente a hacerle compañía a su padre, apoyándolo desde el silencio. "Vení hijo a escuchar como cantamos", lo invitaba Charly. "¿Viste como estoy cumpliendo con tu papá?", le decía Mercedes.
Mientras tanto su propio hijo, Fabián Matus, que es también su manager, elegía enfrascarse en su computadora portátil aunque estaba siempre atento a los requerimientos de su madre. Mientras ellos grababan, corrió por su cuenta el augurar el destino del disco: "Seguro que va a haber gente en desacuerdo de los dos lados y después de un tiempo, como pasa con los discos de Charly, se va a imponer. Y como pasa con los discos de Mercedes, se va a convertir en disco de catálogo y va a vender toda la vida".
Como todo parto, este tuvo sus complicaciones. Aunque en el estudio las cosas funcionaron en armonía ""se grabó con una gran paz, yo no conozco otra forma de hacerlo", dijo Mercedes", todo debió hacerse con gran rapidez. Mercedes llegó tres días más tarde a Nueva York por demoras en su visado y porque el paro nacional alcanzó a su vuelo. "Pero, bueno, los obreros tienen derecho a quejarse", se resignó. Entonces, lo que debió haber sido una semana de sesiones de grabación terminó limitándose a tres días de jornada intensiva: comenzó el viernes 28, de 21 a 2; siguió el sábado 29, de 18 a 2, y terminó el martes 1º, bien pasada la medianoche. En el medio, además, Mercedes Sosa inició su gira norteamericana con la actuación en el Lincoln Center y el lunes se presentó en Washington.
Luz de velas
Si bien los dos prefirieron grabar sin testigos, metidos cada uno en su cabina, el sábado por la noche le permitieron a Clarín que estuviera presente durante la grabación del tema "Inconsciente colectivo". En realidad, se suponía que iba a ser un ensayo previo al show en el Lincoln Center. Pero a Charly le gustó cómo quedó y decidió incluirlo así en el álbum.
Para lograr un clima especial "García quiere darle al disco un efecto "hipnótico"" el músico hizo apagar las luces y encender varias velas antes de sentarse al piano. Lo acompañaba en guitarra María Gabriela Epumer, la única integrante de su banda que viajó con él a Nueva York, y en voz, por supuesto, Mercedes Sosa. Por alguna razón, la cantante decidió recitar la canción como si fuera una poesía, y el resultado fue novedoso. Por eso Charly incluyó una frase leída en la grabación.
Hablando de la poesía de su música con Mercedes, Charly recordó que él y Spinetta fueron los precursores en la materia. Y después agregó: "Escuchando lo que se hace ahora en aras del rock latino, castellano, o como corno se llame, podemos decir: ¿Hacia dónde ha degenerado una cosa que si bien no inventamos (con Spinetta) ayudamos a hacerlo... O sea, me parece que todos esos grupos que hay son una porquería. Contra eso estoy. Es toda gente sin talento. Eso lo inventé yo, diría Spinetta (Charly le imita la voz) y mirá lo que hicieron. Y encima no pagan derechos... Son unos caraduras".
García puede ser muy filoso cuando quiere, pero delante de Mercedes, en cambio, prefiere mostrar un perfil bajo. Se respetan, se admiran mutuamente. "Es un gran compositor "dice ella". Nos une la música, hay una afinidad, una amistad. Nadie sabe que me ayudó cuando yo volví a la Argentina, en el 82. Cantamos juntos Cuando ya me empiece a quedar solo y ahí comenzó mi respeto por él como compositor." "Imaginate "interrumpe García-: que yo tenga la libertad de seleccionar las canciones que a mí me parece que son las más trascendentes y arreglarlas y ponerme en la piel de ella y tener su voz ahí arriba... Creo que cualquier compositor estaría babeándose. Y así estoy yo."
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